Con Todo y Sin Nombre.

Una cerveza jalisciense, según sus creadores, sin nombre, que deja que su sabor hable por sí misma y sea una expresión más artística. Autodenominadas la cervezas honestas, son básicamente tres cervezas de las que sólo se puede decir una cosa: Son buenas y punto.

La Lager, es una cerveza que no oculta el estilo con notas de chile-mole-y-pozole, pero no esperes un amargor intenso.  Es fresca e ideal para una tarde calurosa. Respecto a la Pale Ale, cometí el error de esperar un sabor tenuemente acaramelado al detectar un leve aroma a plátano, mas me encontré con algo diferente: cuerpo medio, turbia y efervescente.  Por último, la creación que más “Nmms” se lleva de este set: la Brown Ale, de cuerpo espeso y abundante espuma de la cual te hace un rico bigote con sabor tostado intenso que no satura tu paladar. La más amarga y efervescente de las tres.

Muchas veces me pregunto, cuando alguna cerveza me gusta, si habrá sido porque tenía sed o porque de verdad era buena cerveza. Éste es el caso cuando la cerveza estuvo buena y la tomé en un buen momento. Parte del “anónimo” estilo de la cervecería es que casi siempre la encontrarás rodeada de algún DJ set, Jazz o banda tocando en un lugar donde, todo en conjunto, te hará amar el rato.

En mi perspectiva, no hay cosa más importante alrededor del disfrutar cerveza: hacer el balance entre el momento, el lugar y la bebida, sea después de un día de estrés, con tus amigos en el bar de la esquina, o celebrando que por fin te titulaste. Nada resalta más el sabor que el darse cuenta que bebemos donde queremos, con las personas que queremos y porque queremos.

En mi caso, fue un destape en Tienda Vinísfera, acá en Guadalajara, acompañado de amigos y de un excelente grupo de swing llamado Niglos. Ahí puedes encontrarla, en esta lista de lugares u ordenarla en la página de Cerveza Anónima, para que no sólo te creas mi letanía y la pruebes.